VILLA Y ZAPATA ENTRANDO EN LA CIUDAD DE MÉXICO

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miércoles, 24 de noviembre de 2010

PONENCIA 25, En 1983, durante el primer año de gobierno de Miguel de la Madrid, México ingresó al...

Hacía una Asamblea Nacional Constituyente
(15 de noviembre de 2010) 
     En 1983, durante el primer año de gobierno de Miguel de la Madrid, México ingresó al Acuerdo General de Aranceles y de Comercio (GATT), se suprimieron las normas legales que prohibían la existencia de más del 49% de capital extranjero en una empresa nacional, y se privatizó la banca recientemente nacionalizada por el Gobierno de López Portillo. Con estas medidas se inició el neoliberalismo en nuestro país, desarrollándose a partir de entonces la apertura indiscriminada de nuestras fronteras a las mercancías extranjeras, la libre inversión de capital externo en la economía nacional y la entrega de las empresas propiedad de la nación a manos de la oligarquía nacional y extranjera. 
A 28 años de neoliberalismo los resultados están a la vista: un núcleo reducido de grandes capitalistas mexicanos logró la más alta concentración y acumulación de capital jamás lograda en la historia de México, a costa de incrementar el desempleo y la pobreza en el país. Millones de mexicanos se vieron obligados a emigrar hacía los Estados Unidos para vender en mejores condiciones su fuerza de trabajo, y hoy más de la mitad de la población económicamente activa está integrada en la llamada economía informal sin poder disfrutar de los derechos laborales establecidos en la Ley, mientras 6 millones de jóvenes de entre 14 y 29 años no estudian ni trabajan. 
Pero estos 28 años de capitalismo salvaje no han transcurrido sin resistencia popular, y hoy la lucha por un nuevo modelo de desarrollo diferente al neoliberal se ha constituido en uno de los principales ejes de lucha del pueblo por construir una nueva nación, democrática y popular, donde los trabajadores del campo y la ciudad tengamos el poder y seamos gobierno. 
La insurrección armada de miles de indígenas en los Altos de Chiapas, el 1 de enero de 1994 contra el gobierno usurpador de Carlos Salinas de Gortari, encabezada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, inició una nueva etapa de lucha contra el neoliberalismo. A partir de entonces, los trabajadores y demás sectores del pueblo no solo nos hemos movilizado por nuestras demandas inmediatas sino al mismo tiempo contra el modelo neoliberal en su conjunto. Hemos comprendido la necesidad de organizarnos y luchar en torno de proyectos alternativos de nación al neoliberalismo, como los que actualmente enarbolan el Diálogo Nacional, el Movimiento en Defensa del Petróleo encabezado por AMLO, el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética y “La Otra Campaña” encabezada por el EZLN. 
Y no podemos olvidar que fue precisamente en esta etapa de lucha, cuando el EZLN propuso en la Convención Nacional Democrática de agosto de 1994, la necesidad de luchar por un Nuevo Constituyente y por una Nueva Constitución, y que a partir de entonces la mayoría de los movimientos políticos de masas democráticos y revolucionarios hemos incorporado en nuestros programas estos objetivos estratégicos. 
     La Lucha por una Asamblea Nacional Constituyente 
     Desde que surgió México como nación independiente hace 200 años, el país ha tenido 6 constituciones, la primera de ellas se promulgó en febrero de 1824 y fue resultado de la Revolución de Independencia iniciada en 1810; la última se promulgó el 5 de febrero de 1917 y fue resultado del movimiento revolucionario de 1910. Sin embargo, en sus 93 años de existencia, la Constitución de 1917 ha sido modificada en su espíritu original, por una serie de contrarreformas y leyes menores, por lo que hoy es necesaria una nueva Constitución, tal como lo propuso el EZLN hace 17 años y tal como lo planteó hace 5 años la “Declaración de Querétaro”, emanada del Segundo Diálogo Nacional, en febrero de 2005. 
Hoy, el problema consiste en definir una táctica que nos permita modificar la correlación de fuerzas a favor de todos aquellos que nos oponemos al neoliberalismo, y que nos permita precisamente convocar y realizar una Asamblea Nacional Constituyente. 
Desde nuestro punto de vista, hoy la ruta más adecuada para transformar la correlación de fuerzas y avanzar hacía una Asamblea Nacional Constituyente, consiste en pasar a la ofensiva para desplazar al bloque neoliberal del poder, integrado principalmente por el PRI y el PAN; concretamente, “preparar las condiciones para que en 2012 el movimiento social, conjuntamente con los partidos anti neoliberales y todas las fuerzas que nos oponemos al neoliberalismo nos unifiquemos en un Frente Electoral del Pueblo para postular candidatos únicos a todos los puestos de representación popular, en torno de un programa de transformación democrático popular basado en el proyecto de nación del Diálogo Nacional”, es decir, fijarnos el propósito de ganar el gobierno federal y el Congreso de la Unión, así como todos los demás puestos de elección popular que van a estar en juego en las elecciones de 2012: Presidente de la República, Senadores, Gobernadores, Diputados federales y locales, Presidencias Municipales y Delegados.  
“En 2012 se abre una coyuntura en la que podemos ganar el gobierno federal y por lo tanto debemos organizarnos con el fin de que el pueblo participe en este proceso electoral, gane estas elecciones y al mismo tiempo impida un nuevo fraude electoral como sucedió en 1988 y 2006, a través de organizar un gran movimiento político de masas en todo el territorio nacional, y naturalmente para que en todo este proceso elevemos el nivel de conciencia del pueblo y pasemos a etapas de transformación más profundas y de mayor alcance”, en las que el nuevo gobierno y el nuevo congreso, precisamente convoquen a una Asamblea Nacional Constituyente que restablezca “la soberanía de la nación y devuelva al pueblo la autoridad suprema para decidir el destino de la patria”.  
Por nuestra parte, hemos tomado la decisión de apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador para la Presidencia de la República, ya que en los últimos 4 años ha mantenido una lucha consecuente hacía las políticas anti populares del gobierno espurio de Felipe Calderón y ha organizado un movimiento civil en todo el país, sin embargo estamos de acuerdo en discutir otras opciones con el fin de mantener la unidad de la izquierda, por lo tanto proponemos al Congreso Social lo siguiente:  
  1. Unir a todas las fuerzas que nos oponemos al neoliberalismo en torno de un proyecto de nación. Desde nuestro punto de vista, existen coincidencias entre el proyecto de nación del Diálogo Nacional y el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, pero consideramos que al proyecto de López Obrador le falta abordar aspectos importantes que reivindicamos las organizaciones del Diálogo Nacional, como la cancelación o renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; la renegociación hasta su cancelación de la deuda externa; así como otros aspectos importantes más. Por lo tanto proponemos que el Congreso Social establezca una alianza con el movimiento nacional encabezado por AMLO, y conjuntamente elaboremos un solo proyecto de nación que nos unifique programáticamente.

  1. Participar en el proceso electoral de 2012. Proponemos que el Congreso Social participe en el proceso electoral del 2012, a través de impulsar un gran movimiento político de masas que integre a todos los sectores del pueblo y que tenga la capacidad de hacer respetar la voluntad popular, antes, durante y después de las elecciones. Un movimiento político de masas independiente de los partidos, que vaya más allá de la participación electoral y cuyos objetivos principales sean continuar luchando contra las reformas estructurales, por la solución de las demandas concretas de los trabajadores y del pueblo en lucha, así como seguir construyendo el poder popular en todo el país hasta arribar a una Asamblea Nacional Constituyente, instaurar un nuevo régimen democrático popular y materializar nuestro proyecto de nación. Proponemos que el Congreso Social asuma esta tarea táctica de manera unitaria, y de no ser posible, que las organizaciones que sí estemos de acuerdo convoquemos a la formación de un frente de organizaciones sociales para la participación electoral en 2012.

  1. Construir los Congresos Estatales en Todos los Estados de la República En los últimos 15 años los trabajadores y el pueblo hemos desarrollado innumerables movimientos políticos de masas para enfrentar las medidas neoliberales del régimen, los cuales se han estructurado nacionalmente y se han propuesto conformar sus referentes estatales y municipales en cada una de las entidades del país. En la ruta hacía una Asamblea Nacional Constituyente, necesitamos conformar los congresos estatales, soberanos y representativos de la voluntad expresa de los pueblos, comunidades y sectores sociales a los que representen.


“Por la Revolución Proletaria Construyendo el Poder Popular” 
     Organización Nacional del Poder Popular

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